Hijo/a mío/a, deposita tus sufrimientos en Mi Corazón para que tengan un valor de redención, tanto por aquéllos y aquéllas que te hacen sufrir como también por los tuyos, es decir, los que tú llevas en tu corazón, lo mismo que por la multitud que te ha sido confiada en lo invisible. Tiernamente, te amo.
Cada día, hazle un bien a tu corazón con mensajes de Jesús, testimonios, oraciones y reflexiones espirituales