Dar un clic de nuevo para repetir.
Hace conocer el pensamiento cliqueable.
Señor Jesús,
Yo sé que tú te ocupas de los mínimos detalles de mi vida.
Tengo necesidad de tu ayuda, ven a guiarme y a iluminarme.
En la fe clico para que me hables a mi corazón.
Gracias por tu presencia amorosa en mi vida.
AMEN.
Hijo/a mío/a, aún si no dices una palabra desagradable o hiriente para el otro, si tus pensamientos son críticas, negativos o imbuidos de prejuicios hacia él/ella, tú impides al Amor de circular libremente en ti y a través de ti. Estos pensamientos destructivos, debes de entregarlos a la Misericordia del Padre, pidiéndole de cambiar tu corazón para volverlo capaz de acoger al otro/a tal como él/ella es, para dejar al Amor circular libremente entre ustedes.